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¿Sabías que el dolor crónico y la depresión mantienen una estrecha relación? El dolor puede llevar a la depresión y viceversa. Sumérgete en esta realidad a través de este artículo que cuenta con la colaboración del Dr. Miguel Alfonso Escudero, especialista en Psiquiatría en el Hospital General Universitario de Elche.

El dolor crónico es aquel que persiste durante más de tres meses. Constituye un estado de estrés que es un factor crítico para el desarrollo de depresión[1]. El dolor no solo afecta físicamente, sino que también tiene un gran impacto emocional. “No es fácil concentrarse, ni disfrutar de las cosas cuando se está sintiendo dolor físico. Si esta situación se prolonga en el tiempo, puede acabar actuando como desencadenante de un cuadro depresivo en aquellas personas que reúnan factores de riesgo para ello”, afirma el Dr. García Escudero.

Además, la depresión se considera una de las complicaciones psiquiátricas más frecuentes en personas con dolor crónico[2],[3]. “Las personas con depresión tienen una menor tolerancia al dolor y tienden a percibirlo de forma más intensa”, explica este experto.

Tal y como señala este psiquiatra, y según diversos estudios, la presencia de dolor se relaciona con:

  • mayor duración de los episodios depresivos
  • peor respuesta al tratamiento y mayores dificultades para su cumplimiento
  • menor recuperación de la enfermedad

Por otra parte, el dolor interfiere con las actividades diarias, lo que puede reducir la motivación para participar en actividades sociales, laborales o recreativas, fomentando el aislamiento social y, por tanto, exacerbando los síntomas depresivos. En la dirección opuesta, la depresión puede influir negativamente en la percepción y la gestión del dolor.

Para el psiquiatra García-Escudero, “las personas deprimidas suelen experimentar una mayor sensibilidad al dolor debido a cambios en la química del cerebro que afectan la forma en que el cuerpo procesa las señales dolorosas. Además, la falta de energía, el pesimismo y el desinterés típicos de la depresión pueden dificultar que las personas busquen tratamiento para su dolor y sean capaces de poner en marcha las medidas de ejercicio físico o rehabilitación que muchas veces requiere el tratamiento del proceso doloroso, perpetuando un ciclo de sufrimiento físico y emocional”.

Dolor de espalda, especialmente lumbar y cervical, en las articulaciones de brazos y piernas, y dolor de cabeza, sobre todo migraña y cefalea tensional, son las principales quejas que manifiestan las personas que experimentan dolor, junto a molestias digestivas y musculares.

Tratamiento del dolor crónico y la depresión

Para el Dr. García Escudero, “el tratamiento del dolor crónico y la depresión debe ser integral y abordar tanto los síntomas físicos como los emocionales”. Algunas estrategias incluyen:

  • Terapia farmacológica con antidepresivos, que pueden ayudar a manejar tanto la depresión como el dolo crónico.
  • Tratamiento psicológico, efectivo para cambiar patrones de pensamiento negativos y mejorar las habilidades de afrontamiento, ayudando tanto en la gestión del dolor como en la depresión.
  • Ejercicio físico. Aunque puede ser difícil al principio, el ejercicio regular ha demostrado ser eficaz para reducir el dolor y mejorar el estado de ánimo.

Si sufres una enfermedad física que conlleva dolor frecuente y esta patología se prolonga en el tiempo, hay muchas probabilidades de que tu estado de ánimo se acabe viendo afectado. Es recomendable que prestes atención a la aparición de síntomas como:

  • apatía o pérdida de interés por las actividades
  • dificultad para disfrutar de las cosas con las que antes lo hacías
  • alteraciones del sueño y del apetito
  • pensamientos negativos, pesimistas o en los que predomine la falta de esperanza en mejorar y recuperarse

“Estos síntomas denotan que el estado de ánimo se está viendo afectado y pueden ser ya el indicativo de un cuadro depresivo”, afirma el Dr. García Escudero.

En estos casos, es importante buscar la ayuda de profesionales de la salud, como especialistas en medicina de familia, psiquiatría o psicología. El tratamiento temprano y adecuado de la depresión puede mejorar significativamente la calidad de vida y ayudar a gestionar mejor el dolor crónico. #DeLaDepresiónSeSale.


[1] Sheng J, Liu S, Wang Y, Cui R, Zhang X. The link between depression and chronic pain: neural mechanisms in the brain. Neural Plast. 2017;2017: 1–10.

[2] Alcántara Montero A, Pacheco de Vasconcelos SR. of vortioxetine in the treatment of neuropathic pain. Rev Esp Anestesiol Reanim. 2022;69:640–8.

[3] Gerrits MMJG, Van Oppen P, Van Marwijk HWJ, Penninx BWJH, Van Der Horst HE. Pain and the onset of depressive and anxiety disorders. Pain. 2014;155:53–9.

Referencias

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